Buscar este blog

sábado, 3 de noviembre de 2012

La vida que a veces pesa tanto



Autora   :  Doris Sánchez


Te pasas la vida haciendo todo lo mejor que puedes, avanzas o retrocedes, caes y te levantas, un día más animada y el otro al borde del abismo, un día de sol y otro de resplandor, unos de lluvias y otros de aglomeraciones por asuntos muy variados, el torbellino de la vida que te impide respirar tranquilamente y dejar pasar las cosas como lo que son, parte de la normalidad.  Cada día  al abrir los ojos deberíamos dar gracias a Dios por muchas cosas pero ocurre que han prisas,  repetimos uno y otro día las mismas acciones, las prisas,  a veces no disfrutamos ni ese desayuno que bien pudiera ser una taza de café con unas tostadas o una taza de leche con magdalenas,  es que no se puede porque el señor tiempo no lo permite, o es que deberíamos levantarnos un poco más temprano para disfrutar esos momentos tan entrañables que se irán  junto a aquellos que un día compartieron hogar con nosotros, que se casaron o abandonan la ciudad o el país en busca de nuevas expectativas.   Me apena la tanta bollería que llevan los niños en sus mochilas para la merienda escolar, las ponen tan cómodas y  en lugares estratégicos para que las madres no pierdan tiempo, (que tampoco lo tienen) empacaditas individualmente, no se puede pedir más, pero eso no es salud!! y ellas lo saben pero prepararles merienda en casa es una tortura, casi mejor cargar con la culpa de a conciencia estar haciendo algo que no favorezca a la salud de sus hijos, por ello no las llevaremos al Paredón, digo yo!! 
 
Todos cometemos errores pero hay un factor determinante en esta situación, los errores nos permiten avanzar, madurar, crecer como personas, nos abren los ojos a un mundo más duro, con más crudeza y falto de sensibilidad, donde cada cual se agarra con sus uñas y si hay que pasar de todo, se pasa sin el menor remordimiento y ya está.   Si alguien es perfecto que levante la mano, todos tenemos debilidades, tenemos un corazón traicionero que a veces nos habla y hasta indica el camino a seguir, aunque nos lleve al borde del abismo.   Lo ideal sería que todo fuera perfecto así llegaríamos antes al final de nuestras metas, dormiríamos tranquilos cada noche, nada nos preocupará y  tal vez podríamos servir de espejo en el que se puedan reflejar los demás, lo bueno se imita y hasta se envidia.  Yo he cometido muchos errores en mi vida, ahora me doy cuenta porque en el momento no te enteras, la gente incluso intenta advertirte pero no hacemos caso, si alguien puede decir todo lo hice bien, tal vez deba revisar de nuevo, yo quiero ser mejor persona, me propongo analizar muchos asuntos que igual mi memoria los ha descartado por falta de espacio,  a lo largo de mis años de vida por ignorancia he tenido actuaciones que se difieren de lo que como persona me considero y saben?  Somos tan especiales que en lugar de hacer las correcciones a ser posible, mi mente me lleva a pensar que alguien me motivó o empujó a ello, cuando la realidad de las cosas para mejorar es aceptar aquello que hoy no nos gusta tanto.
 
Cada persona tiene un molde distinto, no solo en tamaño, físico, color de la piel, pelo, ojos, peso corporal entre otros determinantes, no somos iguales aunque vivamos en el mismo planeta, cuando a unos nos gusta la música, el teatro, la lectura, escribir, a otros le gusta el mar o viajar, todos tenemos unas particularidades que inciden en nuestras vidas y manera de comportamiento, de relacionarnos con los demás,  nunca es tarde para iniciar nuevas experiencias,  estos días hablaba con alguien y le manifestaba que me gustaría hacer obra social, porque nunca lo hice tal vez porque nunca antes tuve a mi lado gente que me motivara pero ahora, con tantas precariedades, gentes desfavorecidas desahuciadas, tantos problemas sociales que nos impiden volver la mirada hacia el otro lado para no ver, porque hay más de lo mismo.  Cuando escribo alabo  al trabajo de Caritas, La Cruz Roja, Fundación Andrea, Comedores sociales, entre otras agrupaciones y ONG´S que trabajan a favor de los necesitados.  Nunca es tarde para abrir el corazón y si en la mano no tenemos dinero para dar, en el ropero habrá cantidad de ropa que son un estorbo y que a otros pudiera ser de utilidad, ahora llega el invierno, abrigos que nunca se usan, botas, bufandas, bolsos, sombreros y más.  Yo no soy perfecta pero considero que puedo mejorar, romper esos tabúes que  llenos de escusas nos justifican cuando no tenemos la razón,  todos cometemos errores,  pero se sigue andando y más adelante  llegará la reflexión  que no todos esperamos, ojalá pudiéramos superar nuestras expectativas iniciales, dentro de un mundo imperfecto a veces cuesta pero no es imposible.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario