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viernes, 7 de octubre de 2011

El coche rojo de mis sueños





Autora    :   Doris Sánchez



De pequeños tenemos ideas muy clara de lo que queremos ser en el futuro, lo que estudiaremos, nuestro color favorito, la familia que ideamos tener, lugares a visitar o vivir, tenemos el perfil de la pareja soñada y porqué no, hasta de la profesión que habrá de tener.   Los años pasan y todo cambia ante la indiferencia de que  antes formó parte de nuestra larga lista de requerimientos.


 
Algunos de ustedes ha hecho cada año una lista con las metas y objetivos de lo que anhelan conseguir para el siguiente año??? creo que sí y con toda seguridad se les  habrá acabado el año y las ganas de revisar esa lista hecha con tanto esmero de seguro que ni les han motivado, alguno la habrá tirado  sin apenas echarle un vistazo.

Una profesora de primaria una vez nos solicitó hacer esa lista y llevarla a la siguiente clase, recuerdo la mía era una de las más extensas de toda la clase hasta recuerdo alguna que otra carcajada pero no me importó para nada, como siempre vivo con tantos propósitos a alcanzar en mi mente pues no tengo tiempo para el aburrimiento y eso es bueno, al cerebro hay que ejercitarlo o puede atrofiarse a destiempo.
La profesora revisó  y la devolvió a cada alumno con una  advertencia, tienen que hacer una lista y revisarla al final del año, notarán que en nuestras mentes algo va cambiando, las prioridades varían de una manera que la única explicación viable es pensar que estamos madurando, aprendiendo a dar prioridad a las cosas importantes, que  para llegar a las verdaderas metas se duda y damos pasos en falsos o que aquellos sueños son transitorios.

Analizo todo lo que he querido hacer con mi vida y me encuentro con puntos repetidos mientras que otros han desaparecido y ni me he enterado de ello, soné con ser cantante, presentador de Tv, modelo, locutora, una buena esposa y madre, tener mi casa propia, viajar entre muchas otras.    Ahora me detengo a revisar esa lista y me encuentro con un deseo que se ha mantenido a lo largo de los años, tener un coche rojo nuevo de fábrica y tiene sentido, primero porque cuando lo desee siendo muy joven no trabajaba ni tenía edad para conducir, luego me hice mayor pero no tenía carné, posteriormente que ya podía adquirirlo me dejé seducir por los deseos de uno de mis hijos y  compré un coche color gris,  muchos años más tarde  aparece un segundo coche gris pero el rojo nada de llegar pero me alegra siga en mis sueños y espero pronto hacerlo realidad. 

Cuando veo un hermoso coche rojo aún sin pensarlo me hago una foto a su lado, la historia se ha repetido durante muchos años de mi vida lo que   ese deseo en una necesidad que algún día se convertirá en felicidad.

 
Muchas metas se llegan a alcanzar pero la verdadera satisfacción es poder ir subrayando sobre ellas  ya escritas en un papel para enseguida dar paso a otros nuevos sueños que se vienen abriendo paso por nuestra mente.   Mejor sería no descontinuar esta práctica voluntariamente, casi mejor dejar que los años  vayan tomando el control de nuestros actos porque ya entenderemos que lo que está sucediendo es un proceso normal que se corresponde con la evolución de la vida.

 

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