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domingo, 25 de septiembre de 2011

Suspiros secados al sol







Autora  :   Doris Sánchez



Las travesuras de pequeños siempre estarán en nuestros recuerdos y con frecuencia serán motivos de risas y hasta de enfados especialmente en encuentros con familiares y amigos.  Aún no estoy preparada para ver a muchos sin que la risa salte espontáneamente, especialmente a mis primas con las que viví tantos momentos divertidos que luego os comentaré.


Cuando éramos pequeños mi madre había usado una gran cantidad de huevos no recuerdo para hacer qué comida en casa pero bien recuerdo que la cantidad de clara que nos había regalado daba para muchas cosas y ahí se puso en marcha el ingenio de mi hermano Fausto, el más inteligente de todos los hermanos y ahí lo demostró una vez y  de que manera!!!
 


 
 
       Fausto Antonio Sánchez Matos,
una vida dedicada al ciclismo en San Juan de la Maguana
 
Eran otros tiempos, no existían tantos electrodomésticos modernos para facilitar las labores, todos hacíamos turnos rotativos para con un tenedor ir batiendo la espesa clara para poco a poco ir logrando que se elevara y convirtiera en suspiro. Cuando habíamos conseguido dejar erizada hacia arriba la punta con el movimiento del tenedor, estábamos felices porque por fin ya la comeríamos. Buscamos platos que con sus cucharitas a un lado estaban listos para servir en porciones iguales incluido el de mi madre que compartía la ilusión con todos nosotros, pero Fausto tenía otra idea, recomendó que colocáramos un enorme papel en alguna parte alta en el patio de nuestra casa y dejar ahí para que el sol los secara igual hacían en las reposterías haciendo uso de hornos pero que el efecto sería parecido.

La idea no nos agradó  para nada porque alejaba las posibilidades de disfrutar el placer fruto del arduo trabajo pero accedimos. Mientras pasaba el tiempo nos íbamos imaginando sus bordes exteriores endurecidos y tal vez algún color bronceado. Íbamos por ratos a ver qué tal iba todo, estábamos que nos relamíamos de placer esperando con mucha impaciencia el momento final. Fausto mostró un gran enfado  por tantas idas y venidas y prohibió que nadie más fuera a ver los suspiros, que los íbamos a estropear.


Pasaron las horas y no veíamos a Fausto por ningún lado, pensamos que estaría viendo los suspiros y fuimos hasta el lugar a buscarlo y no saben ustedes cual ha sido la sorpresa??? pues que Fausto se había comido todos los suspiros, allí estaba el papel todo regado y del sospechos mi las huellas. Todos corrimos a dar la queja a mi madre que no hizo más que reírse mientras todos llorábamos de rabie e impotencia, ir a la policía a denunciarle, buscarle, morderlo, lapidarlo, incendiarlo como hacían con las brujas, todo me pasó por la mente y no veas como tuvimos que esperar horas y horas que apareciera por casa pero no fue hasta tarde de la noche que llegó. Esperó que estuviéramos durmiendo y se coló calladito dentro de la casa con la complicidad de mi madre claro está porque temía por su integridad física, yo la primera estaba lista para saltarle encima cual si fuera una pantera enfurecida.




Al otro día no nos quedó más que dejar de hablarle por poco tiempo, no solo soportamos lo que hizo sino que también sus burlas y la de todos los que conocieron los hechos se unieron a las risas. Los años han pasado pero cuando viaje  a Dominicana le reclamaré porque siento que me ha afectado psicológicamente para el resto de mi vida, no soporto ver un suspiro y mucho menos comerlo. Fausto me debes una!!!


Fausto Es el segundo de mayor a menor yo la tercera y nos siguen otros cuatro hermanos más, gracias a mi mami que nos ha permitido llegar a este mundo y crecer con todo el amor y la protección que una buena madre puede dar a sus hijos.

Fausto el único miembro de mi familia que ha sido Fiel a nuestro pueblo natal  San Juan de la Maguana,  ciudad en la que ha vivido toda su vida  sirviendo  al deporte como uno de los primeros ciclistas que se ha dedicado por completo a la enseñanza inculcando el hábito al deporte sano y  la competición. Casi toda una vida entregada y al momento de las premiaciones y reconocimientos públicos  tristemente siempre queda olvidado pero eso a él poco le importa, lo que hace  y sus resultados le llenan completamente, es la mejor recompensa que unida a su gran humildad y sencillez le hacen merecedor del respeto de todos,  más de aquellos que llegados a cargos circuntanciales con ayuda de la política o  de amigos en el poder , sin haber hecho nada por el deporte y han quedado a su nivel o  por encima  del mismo han querido sacarlo del paso pero mi hermano tiene un nombre ganado con muchos años de esfuerzos  y  dedicación, respeta  a  todos y es lo único que espera recibir, que le dejen trabajar o que se unan a la misma causa.


 
Pd.  Me acabo de enterar que los suspiros en España se llaman merengue, casualidad porque el merengue es uno de los bailes típicos de mi natal República Dominicana.


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