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miércoles, 9 de marzo de 2011

Dios y la Vida

Reproducción.


elcorreogallego.es Tierras de Santiago

Autora : Doris F. Sánchez Matos (O Milladoiro)



CARTAS DEL LECTOR
03.04.2007


El día de hoy en el que escribo, sábado 24 de marzo de 2007, ha marcado un antes y un después en mi vida, me he descubierto como el ser mas egoísta de la tierra. Por primera vez, me he ofrecido a hacer compañía a una hermana de mi iglesia que se encuentra hospitalizada.

En mis 49 años de vida, los sábados los he dedicado a embellecerme, cuidar de mi persona, ponerme más guapa. Para mí ha sido de gran experiencia pasar unas horas felices escuchando la sabiduría de una gran mujer, que hasta hace pocos años llevaba vida normal como cualquiera de nosotras, y tras una caída quedara postrada en una cama, sin poder valerse por sí misma; pero con una fe extraordinaria en el poder de Dios.

Tras varias recaídas que la han llevado al hospital, en turnos rotativos estamos con ella, hoy era mi día. Es admirable escucharla decir, quiero vivir, necesito vivir, porque mi hija adolescente me necesita, aún en cama velo por ella, sueña con verla hacerse profesional, ama a Dios sobre todas las cosas. Hablar de eutanasia, de depresión, no está en su vocabulario, ama la vida porque es un regalo de Dios, y considera que sólo él puede quitársela, porque le pertenece.

Sus palabras van dirigidas a los jóvenes y a aquellas personas que no conocen de Dios, somos evangélicas, amamos al señor, pero hoy, más que eso, he aprendido que debemos darnos un poco más a nuestros semejantes, que hay mucha gente que requiere de nuestra ayuda y que cuando extiendes tu mano a alguien debes imaginar lo haces para Dios.

Amar la vida, disfrutar de ella es algo desconocido para muchos, aún gozando de todas sus facultades físicas y mentales, vagan por el mundo, desperdician los años y no valoran un regalo tan hermoso como es la vida. Bendita sea Pacha, porque considera que aún le queda mucho por hacer antes de morir. Es un vivo ejemplo para los que tenemos la dicha de disfrutar de ella.

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