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sábado, 18 de diciembre de 2010

Más allá de la vida


Por:  Dorís Sánchez


Cada persona piensa diferente sobre qué habrá después de la muerte en lo que tiene mucho peso el concepto religioso y en sentido general siempre he escuchado decir que los buenos van al cielo y los malos al infierno, lo que aumenta mis dudas porque con esto del amiguismo la cosa no la tengo muy clara, así como en la tierra se tiene alternativas para resolver todo, igual en el cielo alguien habrá quien te eche una mano y te salve la situación y habiendo sido malo con suerte entres en el reino de los cielos o viceversa.
 
Todos visualizamos el cielo con San Pedro en la puerta esperando para darnos la bienvenida, muchos difuntos a su alrededor vestidos con largas túnicas blancas suave música de fondo y mucha paz, mientras nuestros familiares sonrientes nos esperan en una gran ceremonia en la que somos los invitados especiales.

La otra puerta es la del infierno de la que emana mucho calor con altas llamas de fuego y figuras endemoniadas que junto al diablo con su tridente en una mano, larga cola y dos cachos en su frente que en conjunto con su color rojo hace referencia a lo que te espera.
Desde pequeños nos dicen tenemos que ser buenos para que podamos ir al cielo, ideas encontradas y cada religión te lo pinta de una manera diferente. Algunos llegan a asegurar que el infierno lo tenemos en la tierra ante la situación que vive el mundo de hambruna, guerra, fenómenos naturales, epidemias, robo y tráfico de niños , conflictos internacionales, el deseo del hombre en usar la ciencia para crear pero también destruir al mundo.

Mientras los católicos tienen en imágenes la figura de Dios y de todos los santos muy guapos, los evangélicos no le ponen rostro porque nadie jamás pudo verles para describirles con tanta exactitud, nadie se ha imaginado a Dios negro, lo presentan como un hombre perfecto de alta estatura con hermosos ojos verdes, pelo largo y nariz muy grande, habrá sido así en realidad??



El  canal español de televisión Tele Cinco está causando furor con un programa que presenta Jordi González uno de los más prestigiosos comunicadores en este país, con una trayectoria profesional muy valorada y respetada, en el que fallecidos se comunican con sus familiares por vía de una médium espiritista, (Persona a la que se considera dotada de facultades paranormales que le permiten actuar de mediadora en fenómenos parasicológicos o comunicaciones con los espíritus) que vaya casualidad los invitados son famosos y cuyas vidas todos conocemos. Causa sorpresa ver como personas que se sientan tranquilamente son sorprendidas con palabras y recuerdos personales como mensajes de sus fallecidos, de la serenidad cambian al llanto o a la sonrisa. 
 
El programa no deja indiferente a nadie, que un fallecido tenga contacto con los vivos es cuestionable porque son dos mundos diferentes que hasta el momento no existe relación alguna entre sí o al menos eso pensamos muchos y menos que desde ultra tumba un familiar te diga que está muy bien y hasta diga que ha intentado cambiar su foto del lugar en que está porque le da el sol, o se refiera a un regalo personal que se le hicieras muchos años antes, hasta el más valiente saltaría de la silla y correría cientos de kilómetros sin respirar pero no, los invitados se han quedado ahí, inmóviles y atónitos a espera de más información por no decir comunicación.

De ser cierto esto todo esto porque aún tengo mis dudas, con seguridad habrá la posibilidad de resolver casos de fallecimientos con violencia, robo o desapariciones de menores y adultos hasta ahora un misterio que ni el paso de los años ha aportado soluciones, casos cerrados sin haberse resuelto, familiares a espera de justicia o al menos de conocer el lugar donde descansan los restos de los suyos para darles digna sepultura.

Los entendidos afirman que los fallecidos siguen en contacto o cerca de sus familiares sin que pueda vérseles, las creencias religiosas afirman que deben irse a un mundo desconocido desde el que jamás habrá contacto, a descansar en paz. Mucha gente no acepta esa dolorosa e irreversible realidad y sigue hablando de sus difuntos como si estuviesen en casa, conservando sus pertenencias y hasta su silla en el comedor y eso no beneficia a su salud mental hay que asumir la realidad y si fuera necesario hasta con asistencia de un profesional.

Hablar de la muerte es un tema desagradable y muchas personas lo evitan a toda costa pero siendo sinceros todos vamos a morir, por más que avance la ciencia de momento no veo posibilidad ninguna de vida eterna en la tierra donde estamos de paso.

La vida es un proceso tan real como nacer, crecer, reproducir y morir. Mi política de vida es intentar ser feliz realizando todas aquellas cosas que me aporten satisfacción familiar y personal, vivir con alegría y disfrutar de nuestros seres queridos ya sean familiares o amigos, dejando atrás toda tristeza para que el día que me toque partir hacia lo desconocido poder llevarme lindos recuerdos y muchas satisfacciones de mi paso por la tierra, que me recuerden con mis anécdotas más divertidas, mi afición por el baile, el mar, viajar y compartir con quienes me hagan reír, que con toda seguridad motivarán risas en lugar de llanto y tristeza.

Artículo publicado por El Granero del Sur el 21/11/2010

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